Los
nuevos tatuajes.
Decir que está de moda el tatuaje es un
poco bobo, la verdad. Porque en realidad, de una forma u otra siempre lo han
estado. Tal vez antes lo estaban solo dentro de un sector de gente que los
amaba y los aceptaba de una forma muy especial.
Más tarde, el tatuaje empezó a
democratizarse, por decirlo de algún modo, y empezó a estar de moda, aun dentro
de un círculo pequeño, pero ya más amplio.
Actualmente, es rara la persona que no
lleva un tatuaje en su piel. Dentro de su piel. Existen tiendas que tatúan a la
vuelta de cada esquina, programas televisivos tipo gran hermano o realtis show
con la temática del tatuaje como protagonista, y en los que uno se asusta de
ver lo que la gente es capaza de grabarse en su cuerpo para toda la vida.
Tal es la moda del tatuaje que han
surgido de forma arrolladora, los tatuajes
eventuales tipo calcomanía de estas que se venden con los gusanitos, pero
rodeados forzosamente, de mas glamour para que no parezca que hemos sacado
nuestro motivo de una bolsa de snak.
Siempre han existido los tatuajes de hena,
pero no me refiero a estos, que también son temporales, sino a los que se
venden para ser usados por días. Tenemos temáticas para aburrir. Raro es que no encuentres
algo que te guste. Otra cosa es que encuentres eso tan especial que sólo tú
llevarías.
A raíz de esto, los tatuajes temporales
también han sacado modas, variantes, como los recientes tatoos, dorados.
Pegatinas, porque no dejan de ser eso, en color oro que principalmente se usan
a modo de pulsera o gargantilla. Aunque por supuesto también tenemos a nuestras
disposición dibujos variados.
Muy lejos quedan ya los orígenes presidiarios
de los tatuajes o, los diseños que se dibujaban en nuestra piel, absolutamente
personalizados con algún motivo completamente tuyo que homenajeaban hazañas,
amores, o eventos sumamente significativos
Me gustan los tatuajes. Algunos, no
todos. No llevo ninguno, sencillamente porque lo que más me gusta del tatuaje
es el hecho de que quien se atreve y no digo se anima, a hacerse uno, lo hace
porque está absolutamente convencido de que lo que se va a tatuar es algo
importante o relevante que no le importara llevar toda la vida.
Es decir, lo que me gusta del tatuaje es
lo que me cuenta de esa persona.
Por tanto, estas modas eventuales, yo
las calificaría de accesorios. Como lo pueden ser collares, pulseras añillos, o
bolsos. Calificarlos de tatuaje se me antoja un poco en parte, denigrar su verdadero
sigilado.
Pero bueno, ahí están. Para todos los
gustos y para todas las personas. Opciones variadas de aparentar o decorarse simplemente.
En cuanto empecé a ver estos tatuajes temporales por todos lados, me recordaron precisamente a los que venían en las bolsitas que compraba cuando era pequeña. Esas "bonitas" calcomanías que con el tiempo pasaban a ser una especie de mancha rara y sucia en la piel, que costaban bastante de retirar.
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