Me siento Perdida

Creo que no debo ser la única que se ha encontrado perdida en la vida más de una vez, con esa amarga sensación de desgana que te lleva a replantearte muchas cosas sobre ti mismo y tu vida en general.
Recuerdo haber tenido a lo largo de mi vida algunas grandes crisis, en las que, no sabía quién era ni a dónde iba. En las que me sentía vacía y además mi vida no era plena.
Y, lo peor; en las que  no tenía ninguna  respuesta.
En todas ellas, toqué fondo y me encontré con tan sólo dos opciones:
·         Tomar otra actitud ante la vida e intentar estar a gusto conmigo misma
·         Darlo todo por perdido y que la vida hiciese lo que le viniese en gana.

Hoy en día, creo que soy una luchadora, porque nunca le di ese gustazo a la vida, y pelee como buenamente supe. Me esforcé en encontrar lo que me ayudaba, para poder crear un esquema que poder usar en caso de caer de nuevo en otra  de estas crisis a las que la vida nos somete.
Podría resumir diciendo que aprendí a escucharme de verdad.

Pasar por  etapas en las  que no entiendes absolutamente nada de lo que te pasa, en las que siempre te notas fuera de juego y en las que te sientes  sola como alguien perdido en el desierto, es algo que le pasa a todo el mundo. Todas las personas tarde o temprano se encuentran cara a cara consigo mismas y han de responderse ciertas preguntas

Creo que algunas de las razones que nos hacen sentirnos tan perdidos pueden ser que nunca nos enseñaron a escucharnos y a saber sobre nosotros mismos, a observar lo que estamos pensando, o a analizar lo que sentimos, averiguando así cuales les son nuestros deseos más profundos.

No nos conocemos, no sabemos quiénes somos, y nos creamos máscaras, que se adaptan a los gustos de los demás, y con las que creemos ser socialmente aceptados.

No tenemos ni sentimos  un propósito al levantarnos por las mañanas y no nos encontramos centrados, ni satisfechos, ni tan si quera felices

Creemos la estúpida idea de que no podemos avanzar o crecer, y nos repetimos a nosotros mismos; “yo soy así y no puedo cambiar” “Es lo que me ha tocado”. No controlamos nuestro tu destino, ni a nosotros mismos.

No vivimos experiencias, no hacemos más que lo mismo, y no salimos de nuestra zona de confort. Andamos encerrados en pensamientos inútiles que nos hacen  hacen perder el tiempo, y no nos dejan  saborear la vida como si hoy, fuese el último día de nuestra existencia.

Así que, escucha; hazte un favor e intenta;

1. Dedicar tiempo a conocerte,
No intentes  evites la soledad de ciertos momentos incómodos y quédate cara a cara con el dolor aunque te muerda el corazón como una fiera.

2. Busca un propósito que mueva tu sangre, y haga latir tu corazón,  que te dé, la sensación  de plenitud de vida que todo el mundo a fin de cuentas, anda buscando.

3. Metete en la cabeza, que eres alguien que puede crecer. Esfuerzate en buscar estrategias para mejorar tu salud, tus amistades, tus relaciones de pareja, tu autocontrol y tus  emociones .Somos   como una goma elástica que `podemos estirar hasta puntos que ni imaginabas. Claro que hay límites, pero no crees que te los pones tú?

4. Ansia   salir de tu absurda, alienante y paralizante  comodidad diaria, porque en el fondo sabes que las grandes cosas ocurren fuera de ella.

5. Piensa que esto tiene un fin, tanto lo bueno como lo malo, se acaba. Que  tenemos un recurso muy valioso que es nuestro tiempo, así que prioriza que eso aclara la mente, y deja a un lado todas las estupideces. Aparca el orgullo, la soberbia y todo lo que te detenga. Escoge a la gente que desea tu compañía, y no pierdas energías con las que te contaminan el alma de pena y rencor.

Aprende que hay que saborear la vida, que  no hay lugar para  miedos irracionales, y que  la energía se usa solo,  en lo que vale la pena, y con quien vale la pena.

 Y, recuerda, no te habla cualquiera, te hablo yo, que estuve allí.











Comentarios