Los Filtros A Debate

Los filtros a debate

Como ya sabéis, tengo dos canales de You Tube. Hago fotos muy frecuentemente, sobre todo selfies, ya que uno de los canales es  de moda y belleza. Enseño ropa, maquillajes, etc. Me considero, confieso, soy una gran defensora de los filtros que nos ofrecen multitud de aplicaciones para móvil o pc.

Pero conozco la existencia también de sus detractores. Los hay a  montones.

Según algunas encuestas, la gran mayoría de las personas que se hacen selfies, usan un filtro para retocar el color de su piel. En un escalafón más abajo, están los que los usan para añadir accesorios a la foto, y, por último los que confiesan  aplicar a sus selfies, filtros de autocorrección de imagen.
Y digo; “confiesan”, porque se estima o cree, que pueden ser muchos más de lo que lo reconocen.

Los filtros usados levemente, suavizan y alteran sutilmente los colores para conseguir el look y las sensaciones que el retratado busca.
Los filtros que añaden tips, objetos, caritas, o algún dibujo a la foto, no son tan denostados, pues se considera que lo único que se persigue con estos filtros es “simpatizar” la imagen y no alterarla en sí misma. Y, por supuesto están los filtros que sí alteran la realidad. Es decir; que  pueden suavizar la piel, eliminar arrugas y ojeras o bolsas, cambiar el color del pelo, de los ojos, de la piel,  contornear el rostro, afilar la nariz engordar las mejillas, y un largo etc. Las aplicaciones, cada vez perfeccionan mas sus filtros, de modo que estas intervenciones, parecen más naturales y creíbles. Pero no dejan de ser  cambios sustanciales de la imagen original.

Todas las opciones de estos filtros tienen un medidor que nos permite decidir como de intensa queremos esa modificación. Son muy útiles si no queremos parecer rostros de plástico.
Aquí es donde entra la capacidad estilística del usuario.

Comprendo perfectamente que muchos se opongan al uso de los filtros puesto que consideran que son un engaño a los demás y a nosotros mismos, que no son más que una muestra de vanidad y, que atentan contra la dignidad de la mujer que desea a toda costa verse hermosa,  no se acepta tal y como es, y crea en ella unas expectativas y unos deseos irreales e inalcanzables que causan  insatisfacción estrés y autoestima baja.

Pero, yo  debo también dar mi punto de vista a favor de los filtros y explicar el porqué pienso que no son tan diabólicos como los pintan muchos.
En primer lugar estamos nosotros o nosotras mismas. El trabajo de autoestima, el sentirse bien con uno mismo, es trabajo propio. No debemos dejarnos influenciar ni en eso ni en nada. Seamos capaces, independientes y seguras en nuestras decisiones y con nuestras automiradas.

Ciertamente, no creo que usar filtros a trocho y mocho modificando la imagen de tal forma que ya no nos veamos en ella, sea una buena opción a no ser que te quieras echar unas risas. Pienso que los filtros ayudan a mejorar la iluminación, a realzar los perfiles de las cosas y ayudan  a que los colores se vean  más saturados.  Es decir, son una ayuda extra a fotógrafos no expertos. Y esto, no está mal, se mire por donde se mire. Si además queremos incluir en nuestras fotos, filtros que suavicen la piel, .¿porque no? Se trata de una fotografía en la que deseamos salir favorecidas, en la que no nos apetece que esas ojeras se vean tanto. Entre otras cosas, peque a veces las fotos las realzan más incluso, de lo que las tenemos por una mala pose o iluminación. Para que el resultado sea hermoso y dentro de lo que cabe, natural, están los reguladores de filtros.
En mi caso, yo por así decirlo, vendo sueños, ilusión, optimismo. Y me gustan los filtros que me envuelven en ese algo mágico, que hacen que parezca más descansada, que mis piel reluzca más y que los colores sean más vivos. Nunca modificare mi forma de rostro, ni afilare mi nariz. No me estiraré para parecer más alta, ni me  adelgazaré.


Pero si jugaré con luces y sombras, para que anquen sea en fotografía predominen las luces en tiempos de sombras.  

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