Voy a decirte Adios

Me estoy rompiendo en mil pedazos mientras sigo aparentando ser fuerte. Estoy tan cansada que en mis fotos solo veo un fantasma de lo que fui, y mi piel es un cartón incapaz de sentir.

He sido paciente. He esperado. He pedido perdón, Me he humillado. Me he arrastrado. He suplicado. He fingido. Me he desnudado. Me he doblegado.
Y no por esperanza, sino por necesidad
Pero por fin, me he rendido, me he cansado. Me he ahogado. He caído y he llorado 

Hoy, ya engullida por la resignación, tengo uno de esos días en los que me rebosa el amor enfurecido que te tengo, y necesitaría subir al Everest regando con  la sangre de mis dedos al sujetar mis penas cada grieta de la roca, para poder romperme las cuerdas vocales, gritando tu nombre Y destrozarme el pecho arrancándote de dentro.

No quiero, no puedo negar que  te quiero con cada célula de mi ser, con cada exhalación de aire, con cada pelo que se cae de amargura, y con cada una de las miles de lágrimas que con las que he enjugado tus recuerdos.

Creía que no existía el  último intento cuando quieres a alguien de verdad, pero no es cierto. Y, aunque te he dejado ir, no te has ido, aunque hace tiempo que te marchaste.

Ha llegado el momento de pasar página, de reemplazar recuerdos. Tengo  que saber despedirme de algo que dejo de existir aunque mi corazón siga anhelando desesperadamente  una sola mirada tuya y mi cuerpo te siga añorando, envejeciendo sin ti.

No me arrepiento de haberte querido aunque he terminado rota, deshecha y agotada.
Y me jacto de estar viva, de seguir sintiendo, aunque solo sea dolor, y de tener aun la suficiente fortaleza para aparentar que no me importa nada el amor, para pedir refugio a mi familia, a mis amigos, para escribir  y no asfixiarme.
Voy a seguir en otra dirección porque he perdido la ilusión  y considero que la vida es demasiado corta para estar dependiendo de un ojala.

No he querido ver que  no me has querido, ni cómo  te has desecho de mí, tan fácilmente, No he querido ver tu falta de compasión .No quise entender tu mirada ajena, distante y fría. No quise ver que no me detenías al verme marchar, ni que aun pudiendo quedarte, decidiste irte. No pude ver que eras un corazón roto, y que jamás podría reemplazar ciertos pedazos. Me cuesta creer que tú no eres el que estuvo en mi vida, que tal vez solo idealice momentos, porque jamás me enamoraría de alguien como el que eres ahora

Me ha Costado soltarte, porque creía que me esperaba algo peor sin ti, pero estar agarrada a ese hueco que tienes en el pecho, es no es quererme a mí misma, y esta despedida no es sino demostrarme un poco de amor.

Sé que nunca te iras de mi corazón y que siempre serás parte de mi historia.  
Así que Esto no es más que un atrasado adiós, para seguir conduciendo en la oscuridad hasta que de nuevo salga el sol.
Voy a construir un muro que me impida seguir soñando contigo. Otras personas pudieron. Yo también puedo. Sé que siempre se puede.

Por último, voy a pedir perdón. Pero esta vez a mí. Por  cada ocasión en la que no he sido yo misma por miedo a desilusionar a quien  nunca me ha querido de verdad


Nos suelen decir que nos preparemos para lo que venga, ¿pero quién está preparado para lo que se va?

Comentarios